Muchos clientes tienen negocios de alimentación, comercios, fábricas y almacenes son una gran fuente de alimento para insectos y roedores de muchas especies.
Los insectos y roedores que normalmente habitan en los almacenes de alimentos donde existen productos almacenados «cereales, legumbres, azúcar, entre otros alimentos», suelen ser detectados en el producto final destinado al consumo humano por lo que deben ser retirados o destruidos para evitar propagar la plaga o tratarse de forma correcta que no ponga en riesgo su uso final y almacenarlos así, de forma eficaz.
Es muy importante en toda la industria de la alimentación a tener un protocolo tanto sanitario como de control preventivo de las plagas para garantizar la calidad de los productos resultante.
Tengas un almacén de alimentación, un supermercado, una ultramarino, una despensa con diferentes alimentos, una bodega tienen riesgos que tengan intrusos inesperados.
Es muy desagradable ver una plaga de insectos en nuestro almacén, pero es peor que sea los clientes que se den cuenta que tenemos una plaga. Prevenir las plagas es más que recomendable en nuestro negocio.
No dejar nunca envases abiertos, todos los envases deben estar bien cerrados y con garantías de estanqueidad para evitar la intrusión de cualquier insecto o que un roedor pueda acceder a su contenido.
Limpiar el establecimiento regularmente, los restos de comida son un gran atrayente de plagas.
Deshacerse de los residuos a diario, la acumulación de basura es la principal causa de problemas de plagas en este tipo de establecimientos.
Intentar el acceso de estas plagas a los productos almacenados debe ser la principal defensa contra estos insectos y roedores. Por tanto uno de los aspectos que más hay que tener en cuenta es la higiene y el saneamiento, que se deben mantener siempre al más alto nivel, asegurando una especial atención durante los meses más calurosos, puesto que las altas temperaturas pueden acelerar el desarrollo de las plagas de insectos. Algunas recomendaciones a tomar en cuenta son las siguientes:
Instalar mallas, mosquiteras, cortinas de aire contra insectos en puertas y/o ventanas que impidan el acceso de insectos desde el exterior, asegurando que se mantienen en buenas condiciones.
Inspeccionar los materiales y productos antes de su recepción, realizando las inspecciones en una zona alejada del área principal de almacenamiento para evitar posibles contagios en el resto de la instalación. En caso de sospecha, deben ser rechazados inmediatamente y devueltos al proveedor antes de su almacenamiento.
Controlar la temperatura: intentando mantener las instalaciones de almacenamiento a menos de 16 grados, y con una humedad por debajo del 30%.
Mantener la higiene y el saneamiento máximo posible, poniendo en práctica medidas rutinarias de orden y limpieza. Limpiar los productos que se derramen y evitar la acumulación de polvo en las zonas de almacenamiento, maquinaria, equipos y vehículos de transporte y almacenamiento.
Almacenar los alimentos lejos del suelo y de las paredes para facilitar su limpieza o inspección, principalmente poner sobre palets de plástico, tanto las materias primas como el producto terminado.
Mantener las materias primas en cuarentena preventiva antes de introducirla en la zona de producción. Evitando así que una materia prima infestada contamine la producción.
Instalar aparatos de captura eléctricos o insecto captores con luz ultravioleta que los atrae y mantener correctamente su funcionamiento con su cambio de lámparas anualmente.
Ponerse en contacto con una empresa especializada en plagas para tener el máximo control en todas las zonas, ya que ellos nos ayudarán a evitar y solucionar todos los problemas que pudieran originarse.
¿Revisas de plagas el almacén periódicamente?
Conplag revisamos almacenes de nuestros clientes. Como también evaluamos medidas de protección para garantizar la higiene, el control y la prevención de plagas.