Definimos desinfección como la práctica que tiene como objetivo destruir todos los microorganismos patógenos que existan en personas, animales, ambientes, superficies o cosas que supongan un riesgo para la salud.
Se debe utilizar productos desinfectantes contra microorganismos (bacterias, hongos y virus) que no sean corrosivos ni oxidantes. La desinfección debe estar precedida de una operación previa de limpieza, si no, la eficacia disminuye.